Sonó el teléfono, escuché la voz cascada: un error así, no puedo creer, óigame bien, yo no hablo por hablar, que una equivocación vaya y pase, a cualquiera le sucede, pero un error así...
Me quedé mudo. Me vi venir lo peor. Yo acababa de publicar un libro sobre fútbol en un país, mi país, donde todos son doctores en la materia. Cerré los ojos y acepté mi condenación:
--El Mundial del 30--acusó la voz, gastada pero implacable.
--Sí--musité.
--Fue en julio.
--Sí.
--¿Y cómo es el tiempo en julio, en Montevideo?
--Frío.
--Muy frío--corrigió la voz, y atacó:
--¡Y usted escribió que en el estadio había un mar de sombreros de paja! ¿De paja?--se indignó--. ¡De fieltro! De fieltro, eran!
La voz bajó de tono, evocó:
--Yo estaba allí, aquella tarde. 4 a 2 ganamos, lo estoy viendo. Pero no se lo digo por eso. Se lo digo porque yo soy sombrerero, siempre fui, y muchos de aquellos sombreros...los hice yo.
Eduardo Galeano, Bocas del Tiempo. p.137
[The Hat-Maker
The telephone rang. I heard the cracked voice: there's been a mistake, I can't believe it, listen to me, I'm not talking just to talk, mistakes are part of life, they can happen to anyone, but there's been a mistake...
I stayed silent. I saw the worst coming my way. I had just published a book about soccer in a country, my country, where everybody is a Ph.D. in the subject. I closed my eyes and accepted my judgement:
--The 1930 World Cup--accused the voice, worn out but relentless.
--Yes--I muttered.
--It was in July.
--Yes.
--And what's the weather like in July, in Montevideo?
--Cold.
--Very cold--corrected the voice, and attacked:
--And you wrote that in the stadium there was a sea of straw hats! Straw?--He exploded. Felt! They were felt!
The voice lowered, described the scene:
--I was there that afternoon. We won 4-2. I can see it now. But I'm not telling you all this because of that. I'm telling you because I am a hat-maker--I always have been--and many of those hats...I made them.
Eduardo Galeano, Voices of Time, p.137]